viernes, 3 de septiembre de 2010

2. Becicleto

Algunos presumimos de ser de pueblo, pero cuando viene uno fetén, como Samuel, nos aflora el pelo de la dehesa ciudadana y quedamos reubicados en nuestro sitio natural.


Digo esto por algunas cosas que hemos aprendido en la última visita del moteño.  A desatrancar goteros a ostia limpia, verbigracia.  Como suena.  Nada de clorhídrico, ni de nítrico ni de otras mariconadas.  Los goteros se desatrancan a ostia limpia: con un mazo, una llave o, simplemente, con dos piedras.  Tal y como se la cascaba aquel jefe indio de nuestra infancia.  Xacto.  Y se desatrancan ¿eh? que lo hemos comprobado bien.


Lo otro que hemos aprendido es lo del becicleto.  Un artefacto (en realidad monocleto) bien sencillo pero que quita mucho trabajo.  ¿Qué trabajo?  el de meter y sacar cajas llenas de uva por entre las filas de cepas.






Sólo nos queda clonarlo y dejarlo fashion con alguna pintura psicodélica.  

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