Poco aficionado a procesiones, estruendos y otros saraos de este corte, paso la mañana del Domingo de Ramos terminando de podar las últimas cepas de La Zorrera. Con la subida de las temperaturas los almendros de las variedades más tardías han florecido y los botones de la vid ya están abriéndose.
Desde la lejanía, interpretados por la Banda de tambores y cornetas del pueblo, me llegan entrecortados los sones del himno nacional mientras veo a las cepas llorar por los cortes de poda. Me pregunto si recordaré este momento cuando en las botellas lea lo de "Vino de España".
Algunos colibríes en Alto Mayo, un Bosque de Protección en las Yungas
Peruanas
-
El norte de Perú es un lugar muy interesante para la observación de
colibríes. Más concretamente en el Bosque de Protección Alto Mayo y zonas
aledañas, q...
Hace 1 día