domingo, 10 de julio de 2011

1. El hombre de los mil dedos

Mientras vigilábamos el ataque del oidio, siempre acechante, no nos dimos cuenta que el hombre le los mil deos nos quería robar la cartera.



El mildiu es un  ataque fúngico tan raro por aquí que es fácil despistarse y bajar la guardia.  Y entonces es cuando mete su demoledor gancho, directo a los morros.  Menos mal que hemos tenido cintura y no nos ha hecho mucha pupa.

Cuentan que mildius feroces se han llevado cosechas enteras.  Yo, la verdad, le tengo más miedo a la ceniza y al pedrisco.

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