jueves, 21 de julio de 2011

2. Fugaz julio

Nada, que se pasa julio sin subir un triste post.  Llevo un mes en el pueblo relacionándome a patadas con la tecnología: sin conexión a internet, tengo que cargar portátil y arrimarme casi furtivo a la red municipal.  Además la TDT no me deja ver el Tour de Francia y, perro flaco lleno de pulgas, hemos encadenado una serie de averías (tractor, transformador, cámaras, lavavajillas, equipo de frío…) que han supuesto un pico en reparaciones.

Así que un resumen rápido:  Se casó David, volvió del viaje y aun se equivoca y llama a Laura mi novia.


El mildiu ha hecho daño, sobre todo en las espalderas, en la syrah y en la tempranillo.  La ceniza empieza a aparecer ahora pero vamos controlándola.  Y así, entre sulfatos, reparaciones y vendimias en verde (estamos tirando uva como posesos) los largos días de julio se consumen, triviales,  sin dejar nada importante y con pocos huecos para el esparcimiento...

domingo, 10 de julio de 2011

1. El hombre de los mil dedos

Mientras vigilábamos el ataque del oidio, siempre acechante, no nos dimos cuenta que el hombre le los mil deos nos quería robar la cartera.



El mildiu es un  ataque fúngico tan raro por aquí que es fácil despistarse y bajar la guardia.  Y entonces es cuando mete su demoledor gancho, directo a los morros.  Menos mal que hemos tenido cintura y no nos ha hecho mucha pupa.

Cuentan que mildius feroces se han llevado cosechas enteras.  Yo, la verdad, le tengo más miedo a la ceniza y al pedrisco.