lunes, 30 de mayo de 2011

4. ¿Quién lo dijo? Mayo 2011

Cuántas horas de sol hicieron falta
para que madurasen
las uvas que hoy son vino en esta copa.

Y con qué rapidez
tanta luz concentrada se dispersa
en mi sangre entre sombras

Lorenzo Oliván, Cántabro de Castro Urdiales, poeta y periodista, nació el año aquel en que en París los estudiantes levantaban los adoquines para buscar debajo las arenas de la playa.  La wikipedia nos informa de que ha cultivado con éxito el arte sutil del aforismo y la prosa poética en forma de textos muy breves.

El escueto y precioso poema que ha permanecido en la cabecera del blog durante este mes de mayo tan poco prolífico lleva como título Brindis del pesimista y se contrapone a a este otro, del mismo autor,  llamado Brindis del optimista:

Vierte el vino en la copa,
escucha el refrescante
borboteo que crea
al caer
al cristal.


¿No ves su corazón?
Qué fresca y olorosa
y limpia sangre bate.


Álzalo hacia la luz, para que el rojo
líquido resplandezca.
Que se vea brillar
el silencioso ímpetu
que dio vida a los frutos.


Bébetelo después saboreándolo,
siéntelo por las ramas de tus venas
y hazte, un instante, árbol.

viernes, 13 de mayo de 2011

3. Amontonados

Nada, que no llegamos.  La hierba empieza a sofocarnos.  Hemos dado una pasada de azufre a lo más temprano, pero está todo por labrar...


Maemía!

lunes, 9 de mayo de 2011

2. Tío abuelo

Tempus Fugit.  Yo que a veces me sorprendo todavía con caprichos e ilusiones de niño ...  ¡resulta que ya soy tío-abuelo!


Fran, primer hijo de Paco, primer nieto de Mª Ángeles, primer biznieto de don José el médico, al que no ha conocido, ya llora por estos rincones del mundo.


Auguro que Paco y Ana serán padres extraordinarios, porque son ya personas extraordinarias y, por lo tanto, tienen medio camino hecho.

martes, 3 de mayo de 2011

1. Aguas diezmil

Este sureste nuestro que lo mismo nos anega con lluvias violentísimas que nos sofoca con sequías africanas se pone, de vez en cuando, una máscara centroeuropea, con lo que los vecinos quedamos algo desubicados, climatológicamente hablando.

Lleva lloviendo desde Jueves Santo, cada día.  Esto hace ya un total de doce días de agua, uno detrás de otro.  Todas las vacaciones y todos nuestros proyectos de adelantar trabajo de campo (poda en verde, labranzas, alambres...) a tomar por saco.  Luego se amontonará todo: los pases de azufre, el destallado, el intercepas...

Al menos he podido hacer bonitas fotos de los meteoros: