viernes, 30 de marzo de 2012

7. ¿Quién lo dijo? Marzo 2012

¿Que es la vida si falta el vino?
Fue creado para alegrar a los hombres.
Contento del corazón y alegría del alma,


Las referencias al vino en el Antiguo Testamento son muy frecuentes.  Esta la podemos leer en el Eclesiastés, uno de los libros atribuidos tradicionalmente al rey Salomón.


Aunque el Eclesiastés es un libro filosófico en el que se reflexiona sobre la vida y la muerte en un tono marcadamente existencial, encontramos también el vino reseñado, aunque siempre desde la mesura, lejos de la pasión desbordante de, por ejemplo, El cantar de los cantares...

jueves, 29 de marzo de 2012

6. Terruño

"Hemos terminado de podar", palabras que siempre me producen un estremecimiento placentero.  Esta parte final de la poda, al filo de la primavera, coincide a menudo con la floración de los almendros más tardíos.  El color rojizo del suelo franco arenoso de La Rada, recién labrado, el aire fino y limpio.. me produce siempre una fugaz sensación de pureza.


Cierro los ojos y aleteo la nariz queriendo adivinar en el vino que vendrá, el aroma calizo del sustrato que pisamos.  Bono, el perrillo que me alegra la mañana me muerde la pernera del pantalón y me saca del aturdimiento...


lunes, 26 de marzo de 2012

5. El nevazo

Nevazo, dicen en la Sierra cuando nieva apretado.  Pues eso, pasó el invierno sin nieve y arrancó la primavera con un nevazo bueno.


Además de los beneficios fitosanitarios de la nieve, un insecticida frío, la tendencia seca del invierno se ha quebrado, entre lluvia y nieve se han recogido unos 70 litros. Otra bendición.  A ver que pasa con resto de la primavera...


martes, 20 de marzo de 2012

4. Por fin el agua

El lunes, San José, dejamos el pueblo por la tarde con una lluvia mansa pero firme.  El cielo blanquecino y cerrado anunciaba mayores y, ajajá, esta mañana me manda David esta foto de la bodega nevada.

La primavera arranca con nieve, pero estábamos tan sedientos que se lo disculparemos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

3. En el "limes" del vino tinto


Aunque la vid es una planta gitana que tira p`alante en un espectro muy amplio de climas,  el mapa del vino tinto queda acotado por unos límites climáticos muy precisos que son, al norte, térmicos: el  frío y los hielos;  al sur térmicos y pluviométricos: la aridez y los calores.


Lo curioso es que en esas regiones en las que las cepas sobreviven con problemas, los vinos suelen ser más que interesantes.  Nosotros, en el sureste peninsular, estamos en una de esas últimas fronteras del vino tinto.  El largo verano, seco y caluroso; las muchas horas de sol tienden a hacer el vino en nuestra latitud alcohólico, falto de acidez, pesado.


Aquí compensamos con altitud el problema derivado de la latitud, jugamos con la pendiente y la exposición de las parcelas, con la conducción de la planta y, en algunos casos, con el aporte ocasional de agua y, oh, lo que era un país problemático para la viticultura puede convertirse en un sitio privilegiado.  La acidez se ajusta a valores atractivos, el exceso de alcohol se transforma en potencia, la pesadez en carácter. 

Que un tragacuras como yo hable de fe quizás pueda resultar chocante, pero lo cierto es que le tengo fe a este terroir, a veces jodido, siempre singular.  

miércoles, 7 de marzo de 2012

2. lo que me lleva a pensar...

... este clima nuestro, tan continentalizado y poco amable, de minúscula primavera, con hielos feroces y tórridos veranos, secas y trombas sin aviso previo, este clima tan violento ... ¿sale en el vino?




lunes, 5 de marzo de 2012

1. País de excesos

El viernes, de camino a Férez a la altura de la Venta del Olivo, nos cayo encima la intemerata.  Menos mal que nos refugiamos en la gasolinera y eludimos el granizo, que dejó el paisaje arrasado y con un aire estepario.


¡Qué país de excesos, este nuestro! Pasan cinco meses en los que no llueve un minuto y luego, en un minuto llueve lo de cinco meses... Al final, en el pueblo, apenas cuatro gotas, aunque la Cabeza del Hierro mantenía esta boina brumosa


Incluso antes de morir la tarde se asomó el sol y dejo un panorama indolente y vibrante, bruñido de brillo metálico.