martes, 1 de marzo de 2011

1. Longevidad

Este fin de semana hemos celebrado el 90 cumpleaños de Pepita Antequera, mi tía Pepita.  Un motivo más que suficiente para que una tropa de sobrinos, primos y parientes de todo pelaje nos reuniéramos en La Zorrera, su Zorrera, a festejar un aniversario que nos llena de satisfacción.


Porque la Tía Pepita es el espejo en el que nos gustaría reflejarnos cuando llegue la hora.  Vive sola, independiente.  Se guisa, se se compra, se limpia y todo lo demás, con sus noventa recien estrenados, sin depender de nadie.  Ni física, ni económica, ni afectivamente de nadie.  Vital y fuerte, mantiene su jardín limpio de hierbas, se pasea a diario varios kilómetros, atiende su correo y sus cuentas bancarias, oye sus misas...


En la foto aparece el pasado sábado, con su hermana, mi tía Mercedes Antequera, que cumplía el mismo día 78 años.  Mi amiga la doctora Concha Martínez Prieto me dijo una vez, con cierta fina ironía hacia su profesión, que la longevidad de las personas dependía en lo fundamental de tres factores: la genética, los hábitos de vida y la suerte....
En fin, confío en heredar la genética correosa de mi tía Pepita y en que no me falte nunca la buena estrella. Quizás así pueda equilibrar el peso de unos hábitos de vida que, francamente, no han sido todo lo buenos que, al adentrarse en los años, uno desearía...

3 comentarios:

  1. ¡¡¡qué BONITO!!!
    ¡¡me he emocionado!!
    cuando llegues a los 90 espero poder escribir algo tan bonito como lo que has escrito tu de la tia PEPITA

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  2. Coincido con Victoria, escribes bonito.

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