... y a veces deja un rastro insustancial, anodino, en absoluto memorable. Días de garrafa, dijo con acierto el poeta. Sé que luego estos días perdidos nos pesan y nos lamentamos por los rincones de no gobernar con más acierto nuestra existencia.
La gente normal hace propósitos de cambio para año nuevo. Los docentes los hacemos en septiembre.
En fin, que me comprometo a sacar demonios en este blog con más puntualidad...
.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aquí estaré para ver esos demonios y qué tal le va un gran vitivinicultor en apuros.
ResponderEliminar;^ )
ResponderEliminar