lunes, 5 de marzo de 2012

1. País de excesos

El viernes, de camino a Férez a la altura de la Venta del Olivo, nos cayo encima la intemerata.  Menos mal que nos refugiamos en la gasolinera y eludimos el granizo, que dejó el paisaje arrasado y con un aire estepario.


¡Qué país de excesos, este nuestro! Pasan cinco meses en los que no llueve un minuto y luego, en un minuto llueve lo de cinco meses... Al final, en el pueblo, apenas cuatro gotas, aunque la Cabeza del Hierro mantenía esta boina brumosa


Incluso antes de morir la tarde se asomó el sol y dejo un panorama indolente y vibrante, bruñido de brillo metálico.  


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