Se esconde, agazapada en días ventosos y desapacibles. Tímida como adolescente insegura, adelanta en gestos mínimos su esplendor sensual, pero avergonzada se retrae otra vez ocultándome el rubor de sus mejillas. A pesar de sus titubeos, los heraldos pregonan a voces su inminente reinado: el sonoro croar de las ranas del royo, las yemas hinchadas de los árboles, la ternura vegetal de los primeros brotes.... Es la primavera, primo, que se apresta a saltar definitiva sobre nuestros corazones.
Pantanos de Villa y Pucusana. Dos lugares de interés para observar aves en
Lima.
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A unos pocos kilómetros al sur de Lima hay dos lugares de gran interés para
los pajareros u observadores de aves: el circuito Marvilla en los Pantanos
de...
Hace 1 día
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