En 2009 empezamos apartando unas barricas de monastrell que olvidamos en un rincón de la bodega. Con poco orden y menos concierto, cada año hemos ido sacando unos pocos litros de la última, que reponíamos con vino de la penúltima, esta merma de esta se rellenaba con vino de la barrica anterior y la primera con vino nuevo.
Este año hemos decidido embotellarlas porque el resultado es muy curioso... a veces recuerda a un fondillón seco, a veces te transporta al mundo de los olorosos del marco. Una curiosidad que hemos bautizado como "Casa del Maestre" en honor a la repoblación de la comarca en la baja edad media. Sólo cien botellas que estamos vendiendo con cuentagotas...
Como es casi un vino de meditación, lo acompañamos con una balada amable de la artista noruega Silje Nergaard, que ha hecho incursiones jazzisticas de la mano de músicos como Al Jarreau o Pat Metheny
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