Pero esta tenía algo de especial, ya que el núcleo duro ha conseguido plaza en el último concurso de traslados. Se van de la Sierra despues de cinco, siete, nueve años, para acercarse a sus respectivos lugarejos. Es el sino de estos sitios que quedan a trasmano de cualquier parte.
Guapos, jóvenes, alegres, vitales. Viéndolos comer, beber, bailar, divertirse, abrazarse... es inevitable sentir cierta nostalgia de cuando uno era también joven, alegre, vital, casi guapo. Y comíamos y bebíamos y bailábamos y nos divertíamos y abrazábamos la vida, sintiendo su latido como un fogonazo gozoso y eterno, como si el tiempo se dilatase, como si siempre fuera verano.
Pepe, Blanca, Ezequiel... ¡Que los dioses del viento os sean propicios! ¡Buena suerte!
(Menos mal que siempre nos quedará Lola)
Querido José Alberto: Me ha encantado tu comentario, y sobre todo, lo de que "siempre tendremos a Lola".
ResponderEliminarLa verdad es que yo siempre he estado ahí, ayudando a mis compas cuando llegaron hace 9,7, 5 y menos años. Ofreciéndoles mi casa, dándoles a conocer la sierra y sobre todo, abriéndoles mi corazón.
Y ahora se me van, ¡¡TODOS, y además A LA VEZ!!
Ellos me quieren conformar diciéndome que ya vendrá gente nueva y que se volverá a hacer otro grupo, pero yo pienso que nunca será igual.
Yo los vi llegar jovencitos y ya se van, algunos con canas y con algún kilo más. Y dicen que volverán, pero nunca vuelven. Solo espero que los de la Peña "Cuatro Gatos" vuelvan, por lo menos, cada año, por agosto, para las fiestas de Letur.
Pero llevarán parte de mi corazón y muchos y gratos recuerdos que les vendrán a la cabeza una vez que estén en sus nuevos coles y en sus casas.
Pero, como dice mi buen amigo José Alberto, Lola, vuestra mami de Letur, siempre queda en la Sierra. ¡Que seáis muy felices!
Muchas gracias J. Alberto por tus palabras. Eres un crack, y tú mujer también. Un abrazo de parte de Ezequiel.
ResponderEliminarY tú Lola tranqui que volveremos, ya verás como sí. Un bsico