martes, 3 de enero de 2012

1. ¿Quién lo dijo? Diciembre 2011


No escupáis a los beodos que perecen
aturdiendo en el vino sus dolores;
si odiáis a la embriaguez, odiad las flores
que ebrias de sol en la mañana crecen.


Los versos de diciembre son de Carlos Pezoa Véliz, el infortunado poeta chileno que vivió entre los años 1879 y 1908.

Hijo de una empleada doméstica y un emigrante español, a los cinco años fue adoptado por un matrimonio dueño de un modesto negocio de venta de leña y carbón.  Su corta vida estuvo llena de penurias.  Intentó ganarse la vida en el ejército, como profesor o como contable, pero fracasaba en todas sus tentativas.  Colaboró con varias revistas, aunque nunca publicó un libro.  Coqueteó con el anarquismo y el socialismo, llegando a militar en el Partido Liberal Demócrata.

Comenzó a gozar de cierta estabilidad laboral, primero como profesor de un instituto inglés y luego como periodista de cierto prestigio y secretario de la Municipalidad de Viña del Mar.


Pero cuando la vida empezaba a sonreírle le sorprendió el terremoto de Viña del Mar de 1906.  Quedó atrapado bajo los escombros, con ambas piernas fracturadas y perdió casi todos los dientes.  Esa noche llovía torrencialmente y toda la región quedó a oscuras.  Pezoa no pudo ser trasladado a ningún hospital y pasó la noche bajo una carreta, tirado en la calle en medio de atroces dolores.  Su salud nunca se recuperó y en abril de 1908 murió tras una larga y dolorosa agonía.

A pesar de su temprana muerte, con apenas 28 años, hoy es considerado como uno de los grandes poetas chilenos, precursor de  Neruda, de Huidobro… 

2 comentarios:

  1. Edita José Alberto, que el terremoto fue en 1906 o el pobre infortunado murió con más de 100 años.
    Y de paso me borras este comentario. Un abrazo.
    Pepe.

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  2. ¡Que bueno es tener amigos con estudios!
    Ya está Arreglao, Pepe...

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