lunes, 17 de enero de 2011

5. Cuando los reyes son los hijos...

Lentamente, pero sin remedio, la vida va arrastrándote hacia donde no quisieras llegar nunca.  No solo el espejo te informa del avance inexorable del tiempo, hay otros hitos, quizás aun más crueles, como cuando empiezas a recibir regalos de reyes de tus hijos.

A mi me llena de ternura observar como se devanan los sesos para acertar con unos regalos que conecten con nuestras aficiones, ver como se ilusionan con unas sorpresas a las que han dedicado mucho tiempo y parte de sus ahorrujos.  

Uno de estos regalos ha sido un atornillador a batería con un complemento para descorchar botellas difíciles. ¡Qué cosas nos vende el hombre blanco! decía Saspi en el foro de Lavidagrata.com:


El caso es que la maquinita me ha encantado porque hemos descubierto un uso no previsto por los fabricantes: le enganchamos un sarmiento y hacemos con ella el battonage, removiendo las lías del fondo de las barricas ahora que estamos en plena FML.

Hay otro regalo que también me ha encantado, una gorrita que no me quito ni de noche ni de día.  Le digo a Mª Ángeles... ¿A que me da un aire a Griñón?  Pero ella dice que no, que me parezco más al tío de la vara...


1 comentario: