5. Diez del diez del diez

Hace unos días ocurrió esa fecha tan eufónica, que hubiera pasado desapercibida de no ser por que coincidió con nuestro aniversario, 25 años de feliz matrimonio.  Aniversario que hubiera pasado desapercibido de no ser por la memoriosa familia que se ocupó de ir recordándonoslo a cada rato.

Pues nada, la cosa se resolvió con una fiestecilla familiar a la que se arrimaron también los amiguetes que había más a mano.

La meteorología acompañó y los dioses nos obsequiaron con un precioso día de otoño, soleado, dulce. Comimos y festejamos en la terraza de la bodega, con las gafas de sol y en manga corta.

Tras los aperitivos despachamos unas migas y unos gazpachos, bien regados con un Fianza selección 07, no podía ser de otra manera.  Y matamos la tarde entre vinos dulces, mojitos y otras hierbas.  Algunos recalcitrantes aguantaron hasta bien entrada la madrugada, bailando ora sones de Los Machucambos, ora el ritmo disparatado de Rafaela Carrá...

Pero, al filo de la cincuentena la mayoría, el cansancio, el frío de la noche (mira Guti abrigándose con un vaporoso mantel) y los excesos (afectivos, gastronómicos, licorosos) de un día muuuuy largo nos fueron poniendo a todos en nuestro sitio: la cama.