El aroma melífero de las flores que lo inunda todo, el zumbido de las abejas el plena polinización, la mañana soleada, el ejercicio... me hacen sentir un hombre afortunado, incapaz de desear otra cosa.
Josep Pla, en Las horas, escribió las que son, sin dudar, las mejores páginas sobre los almendros en flor: La calidad de los pétalos, suave y carnosa al tacto, forma un tejido tan delicado, de un tacto tan ligero, que su fugacidad, de tan visible, tiene algo de tristeza. La sombra que proyecta la flor en el suelo invernal es tenuísima, es la sombra de una sombra.
Sigue hablando Pla: No hay dos inviernos iguales. Los hay en que el frío tiene pereza. Otros son más procaces y ofensivos. En todo caso, si el frío se descuida —si se descuida un sólo momento— los almendros florecen. Es por esto que la fecha de florecimiento de estos árboles es incierta. No tienen día fijo. Son obra del descuido, de un instante de abandono, de un momentáneo olvido. Y si los milagros no son más que los descuidos de la naturaleza, yo reputo el florecer de los almendros como el milagro más gracioso y alado de la tierra. Este milagro es tanto más gracioso cuanto más arriesgado se presenta, cuanto más visible es la extemporaneidad y la audacia del florecimiento. Es cuando hace frío que los almendros son una pura maravilla. ¡Qué deliciosa sorpresa!
Que maravilla de fotos. El almendro en flor es algo de lo más bello que nos ofrece la naturaleza en Férez. Los cerezos del Jerte estarían celosos de los almendros fereños. Suerte de disfrutar de estos momentos de naturaleza viva.
ResponderEliminarPor cierto esa palabreja de "majuelo" es muy típico de la Manchuela y nunca lo había oído por nuestro pueblo. Un abrazo de S. Valentín, pero sin pasarse... eh....
Sí que se usa poco el palabro "majuelo" por aquí, pero al ritmo de arranque de viñedos y tal dentro de poco será raro hasta oír la palabra "cepa"...
ResponderEliminarY el post de esta semana?
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