7. ¿Quién lo dijo? Enero 2011

Ramo de pámpanos es el amado (I,3) ... y racimos de uvas son los pechos de la amada (VII,8)


En el Cantar de los cantares, libro sagrado que comparten cristianos y hebreos, atribuido a Salomón, son muy numerosas las metáforas que hablan del vino, los racimos de uvas y la viña.  Tu esbelto talle se asemeja a la palmera y tus senos a racimos.   Me dije: Subiré a la palmera, ¡cogeré sus racimos! ¡Que sean para mí tus senos como racimos de uva;

El Cantar de los cantares ha sido con frecuencia interpretado de manera muy forzada, sobrepasando su literalidad para buscar extraños significados alegóricos.  A mi gusta más verlo como un sencillo y lírico cancionero, rebosante de erotismo…

Fray Luis de León, fascinado por el texto, lo tradujo y por cosas de estas lo metieron en la cárcel.

6. Menos siete

Menos siete grados marcaba el termómetro del coche el sábado, a eso de las ocho y media de la mañana, mientras bajábamos a La Rada a empezar la poda de la tempranillo.

La primera media hora fue bien jodida, los dedillos nos hormigueaban próximos a la congelación.  Luego salió sol y la verdad es que mañana terminó siendo hasta agradable.

Hoy domingo hemos bajado también, pero ya con otro clima: el termómetro marcaba solo menos cinco grados.  Mariconadas...

5. Cuando los reyes son los hijos...

Lentamente, pero sin remedio, la vida va arrastrándote hacia donde no quisieras llegar nunca.  No solo el espejo te informa del avance inexorable del tiempo, hay otros hitos, quizás aun más crueles, como cuando empiezas a recibir regalos de reyes de tus hijos.

A mi me llena de ternura observar como se devanan los sesos para acertar con unos regalos que conecten con nuestras aficiones, ver como se ilusionan con unas sorpresas a las que han dedicado mucho tiempo y parte de sus ahorrujos.  

Uno de estos regalos ha sido un atornillador a batería con un complemento para descorchar botellas difíciles. ¡Qué cosas nos vende el hombre blanco! decía Saspi en el foro de Lavidagrata.com:

El caso es que la maquinita me ha encantado porque hemos descubierto un uso no previsto por los fabricantes: le enganchamos un sarmiento y hacemos con ella el battonage, removiendo las lías del fondo de las barricas ahora que estamos en plena FML.

Hay otro regalo que también me ha encantado, una gorrita que no me quito ni de noche ni de día.  Le digo a Mª Ángeles... ¿A que me da un aire a Griñón?  Pero ella dice que no, que me parezco más al tío de la vara...

4. En enero busca la sombra el perro

Los refranes meteorológicos (los refranes en general) me dan bastante grima.  Tópicos, llenos de generalidades y ventajistas en muchos casos quieren revestirse de autoridad por la circunstancia cateta de una rima mal traída.  No obstante algunos tienen su gracieta, como este que define una situación anticiclónica bastante frecuente, que en pleno enero nos hace vislumbrar el espejismo del buen tiempo.

3. Estamos malolácticos

El vino que la semana pasa pasamos a barrica está en plena fermentación maloláctica.  Hemos tenido que subir un poco la temperatura con un calefactor y sobre los 15-16 grados ha arrancado.

Las barricas soplan al destaparlas, algunas incluso han derramado un poco de vino.  Y les metes la oreja y oyes cri-cri.  Y huelen a gloria bendita...

2. Poda de invierno

Dame una viña que podar, decía mi amigo Joan Cargol, sobrenombrado Artús en aquellos prehistóricos foros internauteros.  La poda de invierno, cuando no se hace desde la obligatoriedad de las ocho horas diarias, claro, y si el tiempo acompaña, es una de las tareas de campo que más me gustan.

Pues eso, que el tiempo ha acompañado por fin y hemos podido dar los primeros cortes de la temporada estos días de vacaciones.  Y como las bisagras andan algo oxidadas, poco rato y rapidito a aceitarlas...

1. Despedir el año currando

y recibir el nuevo igual.  Es lo que tocaba, trasegar  y limpiar barricas, meter el vino nuevo en ellas.

¿Es el trabajo una maldición bíblica?  Para nada.  Bueeeno, quizás después de las tres o cuatro primeras horas...