Las fuentes eran de vino,
los mares, de uvas moradas.
Las fuentes
eran de vino.
los mares de
uvas moradas.
Pedías agua.
Bajó el
calor al arroyo.
El arroyo
era de mosto.
Pedías agua.
Tiritaba el
toro. El fuego
era de
moscatel negro
En este momento de su vida, El poeta gaditano vive
como tantos españoles la amargura de la derrota y el exilio. Su poesía social, revolucionaria, a veces
incluso panfletaria, se tiñe de dolor, de desesperanza. En esa
sensación de de provisionalidad e incertidumbre del comienzo del exilio se
gesta esta obra, escrita bajo el doble signo de la flor y de la muerte.
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