viernes, 26 de septiembre de 2014

¡Malvado año!

Para olvidar. Desde 1998 que empecé a vinificar nunca padecí un año climático tan difícil como este.  Ni siquiera aquel jodido 2003...

En Mayo de 2013 dejo de llover.  No cayó una gota de agua ni en el verano siguiente, ni en el otoño ni en el invierno.  La primavera de 2014 fue extremadamente seca igual que el verano.  En el año hidrológico apenas se superaron los 150 mm, lo que nos sitúa en unos niveles de precipitación africanos, más propios del Sahel que de la Sierra del Segura.

A pesar de su carácter duro, la viña de secano ha respondido a estas condiciones extremas reduciendo su masa foliar y su carga.  Poca uva que ha tenido que sobrevivir a dos pedriscos, uno a primeros de julio y otro a primeros de septiembre.  Además, ante la falta de sustento en el monte, bichos de todo pelaje (tejones, jabalíes, zorras...) han arrasado el viñedo. En la parcela de los Almagreros, de casi cinco hectáreas, no hemos cogido ni un kilo de uva.  Ni un miserable racimo.  Manda coone.

Es un verdadero milagro que hayamos podido hacer algo de vino este año y, desde luego, mucho ha ayudado las cuatro uvas que le hemos robado a los amiguetes...


En otro orden de cosas, el apuesto vendimiador de la foto (fotaza) es un servidor de ustedes.  El autor es Pepe Franco (FOTOVIN), que abre salones en interné con este estupendo fotoblog:  http://www.spanishwinelover.com/photoblog/

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