miércoles, 17 de julio de 2013

Restauradita...

Del esfuerzo combinado de un buen carpintero (Blas) y un mal pintor (yo), sale esta preciosidad de prensa de tórculo, preparada y lista para hacer fuego.


Con su jaula en dura sapelly, su epoxy alimentaria en el plato, sus flamantes tornillos de carro, más relucientes que aquellos que le levantaron a Manolo...

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