y ver si están en sazón las vides...
y allí te abriré con más libertad mi corazón
De nuevo leemos, una y mil veces, el Cantar de los cantares, el más delicioso libro de los que componen la biblia, el más sensual, el de lirismo más embriagador, en la traducción de Fray Luis de León. Las referencias a la viña, a las uvas y al vino son constantes:
Levántate, apresúrate, amiga mía,
paloma mía, hermosa mía, pues ya
pasó el invierno y esparcen su olor
las florecientes viñas
...
Béseme con su boca a mi el amado.
Son más dulces que el vino tus amores:
tu nombre es suave olor bien derramado,