miércoles, 13 de junio de 2012

El calor y el insomnio

Estos calores me matan.  EL lunes, al salir de clase, miré de soslayo a Mª Ángeles y le propuse ¿Y si nos vamos al pueblo a dormir?  Llámame antiguo pero prefiero pueblo a aire acondicionado.  Echamos la siesta, puse al día los libros de la bodega, desatasqué unos goteros, jugué con los perros y todavía miramos como el sol de la tarde acariciaba el olivar.  Cenamos tan ricamente en la bodega y dormimos tapadicos con la sábana.  ¿A que no me lo cambias por una fantástica tarde de ordenador y tele?


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